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Oficina de Sonido: creadores de
frecuencias con identidad local

Con bases a miles de kilómetros entre sí, pero con raíces locales y una
conexión orgánica con la experimentación sonora, este colectivo fabrica
instrumentos y objetos que buscan proyectar los ruidos que
dan vueltas en sus cabezas para llevarlos a nuevos espacios.
Por David “Buga” Bugueño
15.07.25





Con el do it yourself, el open source y la colaboración como respuesta a la homogeneidad que domina en el mercado del hardware musical, el colectivo Oficina de Sonido tiene como objetivo “que los instrumentos proyecten identidad local”.

Fundado por Daniel Llermaly,  quien acumula más de 10 años generando distintos dispositivos que emiten sonidos, y que ha estado vinculado a la escena de los circuitos electrónicos y a distintas bandas de música experimental como el trío de dub La Golden Acapulco. Llermaly generó durante sus viajes de ida y venida entre su natal Chile y su actual base en México, la idea de desarrollar un producto que fuera una drum machine pero con elementos de la cumbia: “Hannan Cumbia” se transformaría en el primer objeto standalone en salir de la fábrica de Oficina de Sonido.



Con una interfaz visual muy llamativa, diseñada por el peruano Yefferson Huaman, Hannan Cumbia haría olas en internet, apareciendo en distintos set-ups alrededor del mundo.

Lo siguiente vendría siendo la sirena dub llamada como su banda, La Golden Acapulco, la que cuenta con una colaboración del artista Pablo Delcielo, y que confirma su fórmula que pone lo estético como parte importante del diseño del objeto. En su visión: “La gráfica es territorio libre, un espacio creativo, de belleza incluso”.



Dentro de este viaje a la colección se suman SubaQuatic Bass Machine y Eskite Granular Synthesizer, incorporando también al equipo a Joaquín Contreras (Quim Font), diseñador de interfases, tipógrafo y músico que ha estado registrando y compartiendo material donde se ven en funcionamiento estos artefactos. Conexión que se da justo a tiempo para presentar uno de los inventos más complejos hasta ahora de la Oficina de Sonido, el rack modular My First Eurorack.

¿Por qué un sistema de modular latinoamericano? “Buscamos hacerlo lo más económico que se pudiera y lo logramos, sin sacrificar la calidad”. Accesibilidad que también se expresa en que al adquirir el kit, que fue lanzado inicialmente como una campaña de financiamiento colectivo, permite desde el primer día comenzar a sacar sonidos y adentrarte en el inmenso mundo de los sistemas modulares.



Este colectivo que trabaja remotamente de manera digital, nos impulsa a mirar el diseño de sonido de una forma en que lo análogo va más allá de una búsqueda personal, sino que a pensar colectivamente en formas de resignificar nuestra propia identidad musical.






TËCTÔNÎCA. Movimiento bajo tus pies.